jueves, 7 de mayo de 2009

Homenaje literario a un gran escritor

por Francisco Javier Aguirre

DUCHA ESCOCESA es el libro que José Antonio Román Ledo había planeado para completar su trilogía en la colección “Cantela”, cerrando el ciclo iniciado con GASEOSAS DE PAPEL y YOGUR GRIEGO. Iba a ser la consecuencia de un viaje al norte del Reino Unido, que pensaba hacer en compañía de María Elena, su esposa, dentro de las actividades de la Asociación “María Moliner”. Se repetía el esquema del libro anterior, resultado de un viaje a Grecia de las mismas características. El destino decidió que emprendiera otra ruta y se instalara en el corazón de su familia y de sus amigos para siempre. Sin fronteras ni pasaportes. La Parca nos lo arrebató en plena floración de frutos sabrosos que la literatura registrará para el futuro, porque Román Ledo no fue un autor de circunstancias, de acomodos, de componendas, ni participó en la filosofía literaria mercantilista tan al uso en estos tiempos. Su narrativa va en serio; su estilo es propio, sobrio o florido según le inspire la ocasión, pero siempre es auténtico y muy personal. Tanto que en Madrid fue catalogado entre “los raros” y su obra mereció el montaje de una pieza teatral compuesta y dirigida por Ángel García Suárez, que se estrenó en la capital en octubre de 2007 con el patrocinio de la Asociación “Conde de Aranda”.

Lo que el tiempo no le permitió alcanzar, lo hemos logrado modestamente quienes le conocimos, le apreciamos y le amamos; quienes disfrutamos de su sonrisa y su ironía dulce; quienes sentimos su presencia constante en el recuerdo y el latir de su sangre en nuestras venas calientes; quienes decidimos finalizar su obra a conciencia de que no alcanzaríamos su altura. Pero su ingenio nos guía, y esta miscelánea narrativa pretende fundir el espíritu y el estilo de José Antonio con el de cada uno de los escritores participantes. Orientados por su sutileza, hemos intentado acercarnos a él, aun manteniendo nuestra inevitable idiosincrasia expresiva. De modo que DUCHA ESCOCESA es el resultado de muchas voces que guardan el eco de la suya y han intentado hacer un concierto memorable en un ejercicio de complicidad movido por la admiración y el afecto. Cada cual con su instrumento afinado, nos hemos puesto a sonar y hemos compuesto esta modesta sinfonía intentando recordar la voz inconfundible de José Antonio Román.

Como es lógico, unos textos tienen mayor conexión que otros con el espíritu inspirador del amigo. En varios de ellos pueden detectarse la sutileza, el tono burlesco o declaradamente burlón de su estilo, algunas referencias explícitas a su obra, enfoques que se aproximan al suyo, trasuntos de su propia prosa. Otros se distancian más de la idea inicial, con fórmulas independientes, más personalistas, pero que aportan igualmente sus ideas y su estilo particular a este homenaje colectivo. Limitaciones de espacio, así como los compromisos y urgencias literarias de varios autores próximos a Román Ledo han impedido que el número de colaboradores sea mayor, pero el caleidoscopio resultante es testimonio suficiente del aprecio que mereció en vida y seguirá mereciendo en ausencia nuestro gran amigo y maestro.

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